miércoles, 3 de abril de 2013

Se me va la cabeza.
Siento que tengo vértigo. Vagina.
Veo las sonrisas blancas de los postulantes al trono.
"Un beso que no ha tenido mucha importancia" decía una de ellas.
Escalofríos de primavera. Si no fuera por el arte, muchos nos hubiéramos embriagado de la peor sed, de la peor tierra, de los peores tallos e insectos de hojas secas.
Muchas veces no puedo leer. Me cuesta un océano de ultramar zambullirme en las letras de otros. Pero los días pasan, y este relato corto no puede alargarse ni siquiera un día más. Aunque quiera.
Me ha llamado por teléfono y me ha dicho que la regla este mes le ha venido fatal. Que hacía mucho tiempo que eso no le pasaba. No sabía que dentro de un año estará en Uruguay. Algunas creen, y digo bien, creen que conocen el secreto del misterio de nuestra naturaleza. La naturaleza de la espontaneidad. ¿De dónde surgen esas frases conectadas, tan reconcentradas? Me acuerdo de Quevedo pero no tiene que ver con éso, ni tampoco con el jazz, o con el ajedrez o quizá sí...
Ahora que hay una pausa quiero escribir que estoy harta de "no tiene que ver con eso", ¿y quién dice que sí? ¿Quién lo dice? All I want for christmas is you. Adoro las películas americanas de canal nou en la sobremesa. Ésas que empiezan con un buzón de correos y una carta en manos de un adolescente en la que pone "sí" o "no". Estas películas soleadas son perfectas, no sorprenden, tienen una secuencia de imágenes tan pulida que ni siquiera hace falta oírlas para saber de qué se trata.