jueves, 14 de marzo de 2013

Milton Avery

Milton Avery tiene algo que me engancha. Las composiciones de sus cuadros tienen una aparente simplicidad pero que obliga, y esto es lo que me engancha, al receptor a terminar de algún modo la escena. Sus personajes a penas tienen rostro, los paisajes se reducen a color, incluso los interiores o los exteriores en los que aparecen los personajes tienen esta misma característica. Sin embargo, no por eso diría que se trata de una pintura sintética. Se me ocurre compararlo con David Lynch. A pesar de que la estructura narrativa no aparece en los cuadros de Milton Avery, sí que hay una narratividad extraña. No es un universo cercano el de Milton Avery. Está lejos de lo que ocurre cada día: un barco suspendido en un río negro, unos paisajes que parecen rótulas...Quizá se trate de la extrañeza de la poética cotidianeidad.